REFORMAS CON SESGO

REFORMAS CON SESGO

 Laura Fernández-Montesinos Salamanca

La corrupción en México sigue sin ser un tema de transcendencia política ni de urgente gestión. Los elevados índices de manipulación estatutaria, legislativa, acoso, chantaje, amenazas, y como en su día denunció el Senador Porfirio Muñoz Ledo, de leyes intencionalmente ambiguas, siguen cavando la profunda fosa de un México podrido en la política y la economía saqueada por sus podridos políticos.

Las recientes propuestas de reformas políticas del Sr. Calderón, no serán una balanza que equilibre el tremendo fracaso de sus políticas económicas, reformas y la supuesta guerra contra el narcotráfico (denominación que debería corregirse: guerra contra los narcos de la competencia), sino un contrapeso más.

La democracia, tal y como se entendió el día de su invención por los griegos (al menos el vocablo), es muy difícil de establecer. Tanto, que con justa razón se considera utópica, en un mundo en el que los imperios siguen poniendo y disponiendo de la vida de millones, e imponiendo gobiernos en países del segundo y tercer mundo con cuantiosos recursos naturales. Cuando se demuestra que políticos y gobiernos mienten, ocultan, transgreden, imponen, cuando no representan la voluntad popular.

En México, por supuesto, y a pesar de los reiterativos y alienantes anuncios de un IFE gubernamental, democracia es una palabra denostada, violada y cancelada. Desde el momento en que el Instituto que rige las elecciones es un ente gubernamental, de un gobierno que se impuso por la fuerza, es nulo, antidemocrático y no representativo de la voluntad popular. A continuación se analizan las propuestas del Sr. Calderón (sin retoques a la descuidada redacción, aunque con algunas correcciones a la puntuación para facilitar su comprensión).

1.- Dejar en libertad a las legislaturas locales y a la asamblea del Distrito Federal para poder establecer la elección consecutiva, hasta por un período de 12 años, de alcaldes y demás miembros de los ayuntamientos, así como de los jefes delegacionales.

2.- Permitir la elección consecutiva de legisladores federales y locales en períodos que tengan un límite de hasta doce años.

En los países que se consideran democráticos (al menos una mayoría de la voluntad popular es representada y respetada), la reelección consecutiva de los miembros legislativos es un factor altamente apreciado, incluso plausible. Casos de representantes con alta estima popular reelectos, incluso consecutivos, se han repetido a lo largo de la historia en todo el mundo. En México, sin embargo, es un abismo plagado de cocodrilos. Tras un historial de corrupción, elecciones compradas y manipuladas, ¿qué credibilidad podría tener la reelección consecutiva? Supongamos que se establece. Si señores tan nefastos como Ulises Ruiz o Mario Marín, que han sido repudiados y vituperados mundialmente, se han enclaustrado en sus puestos haciendo oídos sordos a la voz popular, ¿Qué podemos esperar de una reelección inmediata? ¿No perder el poder? Porque una vez fuera son muy escasos los que vuelven, especialmente porque la voz pópuli, que ha destapado la cloaca de sus delitos, no permite un nuevo asalto. Pero además, ¿qué sucede en caso de pederastas como el Sr. Yunes, que ha saltado del PRI al PAN desde el trampolín de la re-reelecta sra. Gordillo que lleva en el cargo lo mismo que un dinosaurio en el paraíso? ¿Y después? ¿la consolidación de la dictadura prianista? ¿Otro calderonazo u Porfiriazo Díaz? Al parecer es la inercia de los re-reelectos políticos mexicanos, para quienes el cese o renuncia no existe, gracias a los altos dividendos por enriquecerse sin mover un dedo, que les otorga el fácil negocio político, y la falta de vergüenza y decencia. Si además la re-elección es consecutiva, será prácticamente imposible deshacerse de los malos servidores, que hoy permanecen anclados a su puesto con el mayor cinismo.

3.- Reducir el número de integrantes en el congreso. Se propone del Senado eliminar los 32 escaños que son electos de una lista nacional, manteniendo 3 senadores por Entidad Federativa, dando un total de 96. De la Cámara de Diputados, se propone reducirla de 500 a 400 diputados.

Parece que escuchan la voluntad popular de reducir el número de ineptos de cobran millonadas por jugar a políticos. Sin embargo, en un país con más de ciento diez millones de habitantes, no es la reducción de representantes lo más plausible –se eliminarían los plurinominales- sino garantizar su preparación, honestidad, y su trabajo para con la comunidad, reduciendo sus sueldos, no el número de integrantes. ¿O es ésta un arma más para deshacerse de los senadores desafines al partido en el poder? La aprobación de este punto supondría dejar sin representatividad a cierto número de habitantes, puesto que el crecimiento poblacional supondría reestructurar periódicamente los distritos, de acuerdo a la densidad de población. Pero además conllevaría mayor corrupción electoral, pues al desaparecer los plurinominales, no habría básicamente oposición. Y esto se enlaza y remata en el punto siguiente:

4.- Se propone aumentar el número de votos para que un partido político conserve su registro, pasando del 2% al 4% con la finalidad de garantizar una mayor representación social de los partidos políticos.

“Garantizar una mayor representación social de los partidos políticos” es una vil mentira: lo único que otorga “mayor representatividad” es a los partidos añejos encadenados al poder, robando presencia a las ideas jóvenes y frescas de oposición, que refrendan un cambio sincero y real. No reducen, sin embargo, el número de representantes de partidos añejos en pro de los nuevos. Y es que la cuestión estriba en la reticencia a abandonar el poder y desfavorecer la utópica y maltrecha democracia.

5.- Incorporar la figura de Iniciativa Ciudadana, ampliando las garantías políticas de los ciudadanos, teniendo éstos, la facultad de proponer iniciativas de ley ante el Congreso de la Unión.

¿Y desde cuándo el gobierno escucha la voz Ciudadana? Los mencionados Ulises Ruiz, Mario Marín, Yunes, Elba Esther, el mismísimo Calderón, cuestionado y juzgado civilmente, han desoído reiteradamente las voces ciudadanas que claman por su renuncia. Incluso los organismos que velan por el cumplimiento de los derechos humanos, han cometido torpezas tan catastróficas como atender a los ocultos llamados de las autoridades en turno para cerrar impunemente casos como los de la asesinada Ernestina Ascencio en Soledad Atzompa, Veracruz, un caso entre muchos por desgracia. Para encarcelar a activistas de los derechos humanos, luchadores indígenas campesinos, amenazar e incluso asesinar a periodistas, y muchas fechorías más, propio de dictaduras, no de democracias.

6.- Para ampliar los derechos de los ciudadanos, se propone incorporar la figura de las candidaturas independientes a nivel constitucional para todos los puestos de elección popular.

Si bien parece una buena iniciativa, hay que tener muy en cuenta que las candidaturas independientes dan pié a la falta de transparencia en la financiación, pues se carece aún de una figura y estatuto legal que las transparente. Y por tanto, a pesar de su valor como contraparte a los malos partidos y gestores políticos, puede convertirse en un nido de finanzas oscuras. Pero además, hay que tener en cuenta que podría usarse como un doble arma si se trata de desviar votos y recursos, algo a lo que se recurre con triste frecuencia en este país sumido en la corrupción. Por lo tanto, salvo clara legislación al respecto, podría convertirse en una ambigua figura una vez más, que funcionó muy bien con un Calderón precandidato.

7.- Adoptar un sistema de elección por mayoría absoluta con segunda vuelta electoral para la elección de Presidente de la República. Será electo Presidente el candidato que en la primera vuelta obtenga más de la mitad de los votos emitidos, si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, los dos que hayan obtenido el mayor número de votos, pasaría a segunda vuelta.

Adicionalmente se propone que la segunda vuelta se lleve a cabo en la misma fecha que la elección legislativa.

Es el sistema que prevalece en muchos países latinoamericanos democráticamente avanzados como Chile. Realmente parece muy curiosa una propuesta con la que el candidato presidencial Calderón, hubiese sucumbido con asombrosa facilidad a la elección del 2006, si efectivamente se hubiese cumplido con la legislación del recuento de votos ante la duda.

8.- Reconocer a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la atribución para presentar iniciativas de ley en el ámbito de su competencia, así la SCJN, tendría la capacidad de mejorar el funcionamiento del poder judicial y la posibilidad de incidir directamente en mejoras a la normatividad en materia de medios de control constitucional como el amparo, las controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad.

Sería magnífica la iniciativa al respecto, cuando la Suprema Corte actúe conforme a la ley en todas sus atribuciones, y no afectada por decisiones a priori del gobierno. De esta manera, si esto se llevara a cabo de forma justa, casos como el de Lidia Cacho no hubiesen tenido que recurrir a la justicia internacional, pues México sigue actuando conforme a los intereses del gobierno, no al de la justicia. Más de un expresidente estaría purgando pena por genocidio y asesinato, y no viviendo a todo lujo de los impuestos de los hijos y otros legados de los supervivientes.

9.- Facultad al Poder Ejecutivo para que pueda presentar al inicio de cada primer período ordinario de sesiones, dos iniciativas preferentes que deberán dictaminarse y votarse por el Congreso antes de que concluya dicho período.

En caso de que el Congreso no dictamine y vote en cualquier sentido sobre la iniciativa, ésta se consideraría aprobada. Las iniciativas de reforma constitucional presentadas bajo este procedimiento, serían sometidas, en caso de no existir decisión por el Congreso, a un referéndum para que los ciudadanos decidan sobre su eventual aprobación.

Si lo de “Iniciativas Preferentes”, se refiere a aprobar ipso facto cualquier norma para ocultarlo a la población, se estaría cometiendo la misma arbitrariedad que los denominados “albazos”, con la diferencia de que estaría contenido y prescrito por la ley. Este punto es claramente ilegal, arbitrario y anti democrático. No contentos con los “gaslinazos” el alza de impuestos, la venta de Luz y Fuerza, venderían lo que queda de PEMEX al mejor postor, y muchas fechorías más.

10.- Facultar al Ejecutivo Federal para presentar observaciones parciales o totales a los proyectos de ley aprobados por el Congreso y al Presupuesto de Egresos de la Federación.

Es decir: únicamente el ejecutivo Federal (partido en el poder) podría observar o corregir los proyectos de ley aprobados por el congreso y al presupuesto de egresos de la federación. Sin oposición, sin revisiones externas, sin más elementos de juicio que los del partido en el poder.

¿Cuánto parches más le van a poner a la constitución? Si lo que hace falta es una nueva, sin ambages ni ambigüedades, con las leyes claras, precisas, justas y favorecedoras a la población, no a los gestores de los recursos. Estas reformas en realidad, tal y como están establecidas, llevan de un punto al siguiente, con la intención de desfavorecer la democracia en pro del partido en el poder y de la unicidad partidista, el denominado popular y sabiamente: PRIANISMO.