miércoles, 13 de enero de 2010

Asesinan a científico nuclear en Iran

MUNDO

El asesinato de un científico nuclear agrava la crisis en la que está sumido el país islámico

13.01.10 - 02:30 - PAULA ROSAS

Irán tardó apenas unas horas ayer en acusar a sus archienemigos, Estados Unidos e Israel, de organizar el atentado que costó la vida al científico nuclear Masud Ali Mohammadi. La víctima, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Teherán, fue alcanzado por la explosión de una bomba al salir de su domicilio a primera hora de la mañana en el norte de la capital persa. Tanto el régimen islámico como la oposición describieron al docente como uno de sus seguidores.

El artefacto estaba adosado a una motocicleta aparcada cerca del automóvil de Mohammadi, y a poca distancia del portal de su casa. La bomba fue activada por control remoto, matando al científico en el acto y causando importantes daños a los vehículos y edificios cercanos.

La Agencia de Energía Atómica Iraní (AIEA) negó que el profesor estuviera empleado por el organismo para participar en el programa nuclear del país persa, algo que se había rumoreado a lo largo del día, según señaló un portavoz a la agencia oficial iraní IRNA.

El mortal ataque se produce en un momento delicado, ya que el Grupo 5+1 (los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, encargados de resolver el problema nuclear de Irán) se reunirá el próximo sábado en Nueva York para debatir sobre posibles sanciones a Teherán por negarse a frenar su programa atómico.

A primera hora de la mañana de ayer, mientras la Policía investigaba aún el lugar del atentado en busca de pruebas y el cuerpo de Mohammadi era evacuado de la zona, los medios de comunicación iraníes comenzaron a lanzar teorías sobre una posible autoría israelí o estadounidense del ataque. El corresponsal de la cadena Press TV citó incluso a un agente de seguridad en el lugar que afirmaba que el sistema utilizado para la bomba se había usado en el pasado por agencia de inteligencia extranjeras, en especial, el Mossad hebreo.

Poco después, el portavoz del ministerio de Exteriores, Ramin Mihmanparast, culpaba a «mercenarios de Estados Unidos e Israel» de perpetrar el atentado. «Las investigaciones preliminares muestran indicios (de la implicación) del triángulo Estados Unidos, Israel y sus lacayos en el asesinato del profesor», señaló Mihmanparast, citado por la agencia IRNA. Según el portavoz, «este tipo de actos inhumanos ayudarán a movilizar a los iraníes jóvenes y con talento para acelerar el progreso de su propio país».

Washington rechazó poco después cualquier relación con el asesinato de Mohammadi, una acusación que el portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton, calificó de «absurda». Según el funcionario, «Estados Unidos respalda a la gente que lucha por los derechos universales en Irán y en todo el mundo».

Contra la oposición

El régimen de los ayatolás no se conformó con culpar a sus enemigos internacionales del asesinato del científico, sino que también acusó a varios grupos de oposición a través de los medios de comunicación estatales. El canal iraní en árabe Al-Alam sugirió que el movimiento opositor en el exilio Muyahidín Jalq podría estar detrás de la acción, y la agencia oficial Fars señaló que otro grupo con sede en Londres, la Asamblea del Reino de Irán, se había atribuido la autoría del ataque. Ambas organizaciones negaron su implicación en sendas páginas web.

Irán se encuentra sumido en una profunda crisis política desde que el presidente Mahmud Ahmadineyad fue reelegido en su cargo hace siete meses. La oposición, encabezada por Mir Hussein Musaví, acusó al gobierno de fraude en las elecciones, provocando las mayores manifestaciones desde la revolución de 1979, que finalmente puso en el poder a los ayatolás. Las protestas antigubernamentales se han saldado con decenas de muertos a manos de las fuerzas de seguridad.

Según la oposición, Mohammadi era seguidor de Musaví, y había firmado, junto con otros científicos e intelectuales iraníes, una declaración de apoyo al político moderado durante la campaña electoral. La televisión estatal, sin embargo, lo definió como un «revolucionario», término que el régimen utiliza para sus seguidores.

El país islámico defiende que su programa nuclear tiene fines pacíficos, aunque EE UU, Israel, Francia y Reino Unido acusan al régimen de intentar crear un arsenal atómico. Teherán rechazó a finales del año pasado una propuesta de Washington, París y Moscú para enriquecer fuera del territorio persa el uranio necesario para su programa nuclear.

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