martes, 5 de enero de 2010

La pedicura de un gigante



SOCIEDAD


La pedicura de un gigante

El de la foto se llama 'Boy', tiene 39 años y es un elefante asiático residente en el zoo ucraniano de Kiev

04.01.10 - 02:05 - JULIÁN MÉNDEZ

El de la foto se llama 'Boy', tiene 39 años y es un elefante asiático residente en el zoo ucraniano de Kiev. A su lado, ataviado con la impedimenta propia de un adicto al bricolaje, se afana un veterinario alemán llegado del zoo de Múnich para ayudar a sus colegas, carentes de medios, en la delicada tarea de proporcionar una adecuada pedicura al gigante asiático.

Uno intuye que 'Boy', el paquidermo, no desgasta sus uñas plantares por el hábito del encierro; que sus congéneres africanos, de selva o sabana, sus compañeros de Sri Lanka, Sumatra y Borneo disfrutan de unas hermosas pezuñas limadas, no por la rotaflex, sino por el ejercicio de la vida salvaje. Piensa uno también en que los proboscídeos han sido usados de antiguo por el hombre, pero intuye que los generales cartagineses, que los empleaban para las conquistas de los Barca, les dejarían intactas las zarpas. Ordenar a sus guías, los cornacas, que las limaran sería como si Amílcar o Aníbal obligaran a prescindir a sus honderos baleares de las esféricas piedras que estragaban a las legiones romanas.

Los pies de los elefantes, se lee en las enciclopedias, aparte de la intolerable misión de soportar a estas moles que pesan siete toneladas y viven hasta 70 años, cumplen una sutil tarea. Los proboscídeos se comunican con sonidos, el más conocido es el barrito, pero también mediante la emisión de infrasonidos que se transmiten por el suelo. Las muelles pezuñas del elefante servirían pues como receptáculos de ese propósito comunicador. ¿Que dirá 'Boy' a sus congéneres?

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