jueves, 14 de enero de 2010

La democracia sigue siendo una utopía: David Skerritt



En Veracruz la incidencia ciudadana es francamente lamentable, dijo


La democracia sigue siendo una utopía: David Skerritt

En Xalapa no existe democracia al imponer castigos a manifestantes

David Skerritt Gardner del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales.

Alma Espinosa

Si bien existen avances sustanciales en la cuestión electoral, la democracia como práctica cotidiana para incidir en diversos asuntos de la ciudadanía es francamente lamentable y en Veracruz aún es una utopía, aseveró David Skerritt Gardner del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV).

En entrevista, el integrante del Sistema Nacional de Investigadores comentó que en Xalapa se acaba de imponer la decisión de cambiar el sentido de las calles sin consulta previa. Los vecinos se manifestaron y a cambio recibieron demandas formales; mientras que la alcaldía no procede de la misma forma cuando manifestantes bloquean la calle de Enríquez, que es muy frecuente, advirtió.

“¿Qué quiere decir esto? La única cosa democrática fue el momento en que los xalapeños dijeron que David Velasco fuera alcalde, de ahí en adelante desaparece cualquier idea de democracia”, expresó.

David Skerritt explicó que la capacidad de reclamar a los representantes en este sistema electoral es casi nulo, pues no se ha tenido un sólo presidente sujeto a juicio político. Aclaró que en tiempos del PRI sí hubo remoción de gobernadores, pero no porque fuera por mandato de la ciudadanía sino por intereses partidistas; sin embargo, desde que ese partido no está en la presidencia, ningún gobernador ha caído.

No obstante, precisó, a diario la prensa denuncia actos de corrupción, malversación de fondos, impunidades y ante ello la capacidad de reclamar es casi inexistente, dijo el investigador, quien encontró como posible causa el miedo que los mismos medios infunden en la sociedad.

Por ejemplo, el último año se han desatado los miedos por epidemias como la influenza, el narcotráfico y la crisis económica; incluso, agregó, la forma en que desintegraron a Luz y Fuerza del Centro fue con un acto de intimidación y miedo. Si bien, como decía Mario Vargas Llosa, con el PRI era la dictadura perfecta, al cambiar el partido en el poder se transformaron las reglas como grupo para repartir ciertas funciones, pero como clase política todo sigue igual, consideró.

Para concluir dijo que la democracia es un término bonito, es una utopía y, por ende, fantástica. Se ha tomado como valor universal que permite bombardear países que no son democráticos. “Cuando pensamos que eso es reprobable, me pregunto si no será lo mismo para un pueblito al que llegamos y decimos: deben ser democráticos”, puntualizó.

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