La indiferente
¡Ay de mí! Porque te has ido sufro y me quejo.
Lloro porque el eco de mis suspiros
No te los lleva el viento.
Noche y día bebo mis lágrimas.
¿Cómo podría sonreír si no estás junto a mí?
Shejim, el infortunado está ahogado en olas
amargas de sus recuerdos…pero a ti
te tiene sin cuidado tu esclavo,
el del herido corazón.
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